domingo, mayo 16, 2010

Te confieso

Hoy quiero saber qué hacer. Si morirme, matar a todos o irte a buscar; amarte y hacer lo que quieras o decirte que esto jamás va a funcionar.

Hoy quiero dejar de hacer mi vida una tragedia, aún así quiero estallar, sacar toda esa porquería que tengo en el pecho, que hace que mi corazón se mueva rápido, que me cueste trabajo respirar, que me provoca a vomitar. Con un hueco y un ardor en el estómago, con los músculos endurecidos, con las ganas constantes de llorar sin saber porqué, de gritar.

Hoy no quiero saber de ti, pero quiero que me abraces porque tengo dos problemas, mi vida y tú y quiero saber qué hacer.

Alioth

domingo, enero 31, 2010

Nada que perder


Me voy a permitir sin querer, quererte; 
a sabiendas que me dejarás,
que me arrancarás el corazón cuando te aburras.
Me voy a permitir abrazarte,
disfrutar egoísta de tu piel.
Me permitiré acercarme a ti,
esperando tu rechazo.
Te voy a prohibir mirarme,
quererme como te quiero querer.
Tocarme despacio y suspirar al volverme a ver
Entonces, los obligaré a no hablar, 
a callar al viento, a matar el silencio 
y pedir se ausente un momento.
Te dejaré ignorarme, fingir no me conoces,
ocultarte en la amistad.

Nos encerraré en una prisión de sueños; 
condenándote a permanecer ciega;
redimiendo mis pecados.
Me permitiré besarte y viajar en el tiempo.
Olerte antes de conocerte, 
amarte al final, 
cuando ya no estés, 
cuando me hayas abandonado.

Alioth

Listening: Erik Rubín - Vuela Conmig

miércoles, diciembre 30, 2009

Inexistente




Que el dolor ahí está, escondido en algún lado y la herida se me pierde entre la neblina del tabaco; densa, pesada como la insoportable levedad de mi ser.


Y de repente me quiero morir, así sin más, sólo morir. No una muerte anunciada, no una muerte estrepitosa, sólo la silenciosa exhalación del alma. Desaparecer del plano astral con mi cuerpo vacío como recuerdo no grato. Olvidarme de ti, de él, de ella, de ellos, de mí.


Arrancarme quirúrgicamente de ustedes. Disecando poco a poco todo vínculo. Amputando mis dedos, apuñalando mis ojos, explotando mis oídos, agrietándome la piel.


Imaginando mi suicidio. Una bala en la cabeza, quizá un auto sobre mí, una caída desde lo alto, mi cuerpo colgando de una cuerda, una daga cortando mis manos, mi cuello o acobijada en el pecho; tal vez, no sé, la lenta agonía del veneno que pasa lastimero por mi sangre o el cáncer pulmonar que empieza a gestarse irremediablemente para luego asfixiarme.


Tal vez no era tan fuerte como yo pensaba y tampoco lo cobarde que necesito.


Me acostaré entonces inmóvil, inerte, esperando impaciente y solitario la vida se me pase de repente.

Alioth
Escuchando: The Pixies - Hey


jueves, julio 20, 2006

Nocturno

Que te mire el cielo enojado.
 ¿Qué se esconde en tu mirada cuando triste te he buscado?
No he de hacer más que correr tras la brisa y su corriente,
tras palabras ausentes que he dejado en el pasado.


 ¿Qué se esconde tras tu ausencia?
Mi demencia.
 El eco de mi voz, una herida en el dedo,
 el suspiro pasajero que próximo el silencio ha de callar.


Avancé incierto en la noche dejándote atrás.
Y estuve ahí, parado en una nube,
a la sombra de la luna con la mano en la cintura;
 a la luz de las tinieblas esperando soledad.
Estuve ahí, visitando el universo,
mirando las estrellas caminar.
 

Me fui. Levanté el vuelo,
que para eso mis alas crecieron,
para darme libertad. 

 Lo siento mi amor, no te he perdido, 
es sólo que no te tengo
 e invocarte
ya no más se ha vuelto un pasatiempo.

Alioth